Chile, Perú y las Declaraciones de 1947: la frontera de la polémica

La frontera marítima entre Chile y Perú ha sido un punto de polémica desde hace varias décadas, pero es el año 1947 el que marcó un punto trascendente en el tema.

Fue el año en que ambos países emitieron proclamaciones unilaterales que sentaron los importantes precedentes que muchos años después dieron lugar a resoluciones de la Corte Internacional de Justicia (CIJ) de La Haya.

El 23 de junio de 1947, Chile proclamó su soberanía y jurisdicción sobre el mar y el zócalo continental adyacente a sus costas hasta una extensión de 200 millas marítimas.

Poco tiempo después, en agosto del mismo año, Perú dictó el Decreto Supremo N° 781, de similares características.

Estas declaraciones de 1947 fueron el inicio de una controversia mayor que se prolongó durante años.

Y es que la vasta repercusión que los temas limítrofes han tenido en la opinión pública han reflejado desde siempre las tensiones respecto a demarcaciones fronterizas.

Chile, 1947

1947 fue el año en que el Presidente de Chile, Gabriel González Videla, emitió una Declaración Oficial respecto al tema.

Allí quedaba expuesto lo que ese país consideraba en relación con la frontera marítima.

“El Gobierno de Chile confirma y proclama la soberanía nacional sobre todo el zócalo continental adyacente a las costas continentales e insulares del territorio nacional, cualquiera que sea la profundidad en que se encuentre, reivindicando, por consiguiente, todas las riquezas naturales que existen sobre dicho zócalo, en él y bajo él, conocidas o por descubrirse”, se expresaba en el texto.

Perú, 1947

Pero sólo dos meses después, Perú también emitió una Declaración Oficial que sostenía que la soberanía y jurisdicción nacionales se extendían a la plataforma submarina o zócalo continental.

“La soberanía y jurisdicción nacionales se ejercen también sobre el mar adyacente a las costas del territorio nacional, cualquiera que sea la profundidad y en la extensión necesaria para reservar, proteger, conservar y utilizar los recursos y riquezas naturales de toda clase que en o debajo de dicho mar se encuentren”, se enunciaba en la Declaración.

Con las declaraciones emitidas por ambos países se daba inicio a una larga historia envuelta en polémica.

200 millas

Cinco años, después, en 1952 Chile, Perú y Ecuador suscribieron la Declaración sobre Zona Marítima, que confirmaba entre ellos la línea del paralelo como delimitación marítima de sus respectivas 200 millas.

Esta Declaración constituyó una indiscutible expresión de derechos de soberanía en una zona marítima de 200 millas y ha pasado a ser, además, un punto clave del nuevo derecho del mar.

Diferendo

La controversia de delimitación marítima entre Chile y Perú dio lugar a un diferendo planteado por la República del Perú a la República de Chile sobre la soberanía de una zona marítima de aproximadamente 37.000 m² en el océano Pacífico.

Perú sostuvo que la delimitación del límite marítimo entre ambos países estaba aún sin determinar, debido a que no se había firmado un tratado específico de límites marítimos.

Pero simultáneamente, Chile mantuvo que no había temas limítrofes pendientes entre ambos, ya que existían tratados internacionales vigentes sobre la materia suscritos en 1952 y 1954.

El diferendo comprendía el área marítima entre un paralelo que cruza el punto donde concluye la frontera terrestre entre Chile y el Perú en la línea de la Concordia, el llamado “Hito 1” según Chile y lo que el Perú llamó el “Punto Concordia”.

Esta controversia escaló hasta los años 80.

Y finalmente, La Haya

Tuvieron que pasar muchos años más para que la Corte Internacional de Justicia (CIJ) de La Haya resolviera en 2014 modificar la frontera marítima entre Chile y Perú en una sentencia inapelable.

La sentencia fue recibida como una especie de salida a medias en la que Perú obtuvo menos de lo que quería y Chile perdió menos de lo que esperaba perder.

La CIJ otorgó a Perú un «triángulo exterior» que hasta ahora era chileno con su vértice a partir de las 80 millas náuticas. Esto es, alrededor del 70% de lo que aspiraba según la demanda que había presentado en 2008 en una próspera región pesquera.

Por otro lado, la Corte respondió a la demanda validando el argumento de Chile de que los tratados pesqueros de 1952 y 1954 entre ambos países presumían un acuerdo fronterizo tácito y además aceptó la idea de la línea paralela al Ecuador como delimitador a partir del conocido como «Hito 1«.

El alto tribunal dejó incólume la frontera marítima, tal como defendían los chilenos, pero sólo hasta las 80 millas náuticas, y no las 200 que intentaban atesorar en Santiago.

Las reacciones al fallo de la CIJ fueron moderadas e intentaron ver el lado bueno del asunto.

El presidente chileno, Sebastián Piñera, comentó: «(se) ha confirmado en lo sustancial la posición chilena»

Mientras que el mandatario peruano, Ollanta Humala, dijo en aquella oportunidad que «Perú se siente complacido con esta opción de paz».

Al parecer, no dejar del todo satisfechas a las partes fue lo mejor que podía decidir la Corte Internacional de Justicia de La Haya en un caso que tuvo como punto álgido aquellas Declaraciones del año 1947.